Tras la polémica que se generó en redes sociales por la situación entre Alejandra Rubio y una propiedad en la que residía, la empresa de Bienes Raíces dio su versión de los hechos a través de un comunicado oficial.
La inmobiliaria explicó que el inmueble fue alquilado inicialmente por un tercero que cumplía con sus pagos.
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Sin embargo, por problemas personales, este inquilino decidió abandonar el contrato y notificó que Rubio permanecería en la vivienda. Según la empresa, desde entonces se intentó formalizar un nuevo acuerdo directamente con ella.
¿Alejandra Rubio no podía pagar?
Rubio habría manifestado que no podía asumir el costo del alquiler, pero que deseaba seguir en la propiedad. Por eso, Innova le ofreció una tarifa reducida a cambio de promoción publicitaria.
A pesar de aceptar la propuesta verbalmente, nunca firmó contrato ni entregó pagos formales. En consecuencia, la empresa consideró su permanencia como una ocupación sin respaldo legal.
En el comunicado también se aclara que Rubio realizó un pago parcial, pero ese abono no cubría el total de la renta ni correspondía a un acuerdo firmado. Durante las conversaciones, Rubio habría lanzado acusaciones contra el anterior inquilino y atribuido responsabilidades a la empresa, pero Innova afirmó que no tiene relación con esos asuntos personales.
La deuda creció con el tiempo. Ante la falta de solución, la propietaria —afectada emocionalmente— expuso su molestia en redes. Luego, Rubio acusó públicamente a la empresa de robo, acoso e intimidación. Innova desmintió esos señalamientos y aseguró que actuó dentro del marco legal.
El martes, la propietaria ingresó al inmueble con su abogado y un notario para realizar un inventario oficial. Ese mismo día, ambas partes acudieron a una audiencia. La propietaria autorizó a Rubio a retirar sus pertenencias, lo que se hizo bajo supervisión y con presencia militar.