La polémica vuelve a rodear a la influencer y expresentadora hondureña Alejandra Rubio, quien fue denunciada públicamente por la agente de bienes raíces Marielos Díaz por una deuda de 92,200 lempiras en concepto de alquiler.
Según la arrendadora, Rubio habría ocupado una propiedad sin contrato legal vigente y se rehusó a desalojarla, a pesar de múltiples intentos de conciliación.
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En medio del conflicto, la joven llegó acompañada de policías militares y familiares para retirar sus pertenencias, lo que la denunciante consideró un acto amenazante.
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Marielos Díaz: “Me amenazó con destruirme”
Entre lágrimas, Marielos Díaz reveló que intentó resolver la situación pacíficamente, pero fue amedrentada por la exconductora.
“Me empezó a intimidar diciéndome que me iba a destruir, que yo no sabía con quién me había metido”, declaró la empresaria.
El audio fue compartido por la página de entretenimiento Honduchismes.
Además, asegura que Rubio ingresó por la fuerza a la vivienda para retirar sus pertenencias mientras ella estaba fuera.
Díaz también acusó a la influencer de valerse de sus supuestas influencias para evitar responsabilidades legales.
“Si ella hubiera querido actuar bien, me pagaba la deuda y me pedía disculpas”, afirmó.
Asegura que limpiar la imagen de su empresa ahora le costará cerca de 200 mil lempiras.
Video en redes encendió la controversia
El conflicto se hizo viral cuando Marielos compartió un video en redes sociales mostrando el proceso de desalojo.
En ese momento, Rubio se encontraba de vacaciones en Roatán, lo que intensificó la indignación de la arrendadora.
Rubio se presentó ante el Ministerio Público
Tras la difusión del video, Alejandra Rubio compareció ante el Ministerio Público para aclarar la situación y alegó que sus pertenencias fueron retiradas de forma indebida.
Según Díaz, Rubio incluso la amenazó con demandas por presuntamente retener documentos personales, dinero y un pasaporte.
La disputa legal continúa abierta, mientras la imagen pública de ambas partes se ve afectada por el escándalo.
La agente inmobiliaria insiste en que solo busca justicia: “Quiero limpiar mi nombre y el de mi empresa”.
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