El caso de los hermanos Lyle y Erik Menéndez, quienes en 1989 asesinaron a sus padres en Beverly Hills, ha dado un nuevo giro legal.

Tras más de tres décadas de encarcelamiento, un juez de California ha decidido reducir la pena de los hermanos y ahora les ha otorgado la posibilidad de optar por la libertad condicional.

“Yo no estoy diciendo que deban ser liberados, no soy yo quien decide. Sí creo que han hecho bastante en los últimos 35 años y deberían tener esa oportunidad”, declaró el juez Michael Jesic durante la última audiencia.

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Nueva sentencia: 50 años en lugar de cadena perpetua

Este cambio en la condena se produce tras meses de vistas legales y una petición formal de los hermanos Menéndez.

Lyle, de 57 años, y Erik, de 54, habían solicitado una nueva sentencia en base a la ley de criminales juveniles de California, la cual aplica para quienes cometieron delitos antes de los 26 años.

A partir de ahora, los hermanos cumplirán una pena de 50 años en lugar de la cadena perpetua que se les había impuesto originalmente.

Esta reducción en la condena abre la puerta a una petición de libertad condicional después de haber cumplido 35 años de prisión.

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Los hermanos Menéndez muestran arrepentimiento

Tras la sentencia, ambos hermanos expresaron públicamente su arrepentimiento y reconocieron la gravedad de sus actos. Lyle Menéndez se mostró profundamente afectado:

“Cometí un acto atroz contra dos personas que tenían derecho a vivir, mi madre y mi padre. Hoy, 35 años después, estoy profundamente avergonzado de quién era”.

Por su parte, Erik Menéndez también asumió su responsabilidad:

“Disparé las cinco rondas [de balas] contra mis padres y volví para recargar. Mentí a la policía. Mentí a mi familia. Lo siento de verdad”.

El impacto mediático y las polémicas de su caso

El caso de los Menéndez ha sido objeto de atención mediática en las últimas décadas, especialmente gracias a la serie de Netflix “Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez”.

La historia, junto con un documental y la creciente discusión pública, ha provocado una revaluación del caso por parte de una nueva generación.

Anteriormente, los hermanos fueron considerados asesinos despiadados, pero la cobertura mediática ha planteado preguntas sobre el contexto en el que se produjo el crimen.

El contexto del crimen

En 1989, los hermanos Menéndez fueron acusados de asesinar a sus padres, Kitty y José Menéndez, en su casa de Beverly Hills.

En sus testimonios iniciales, ambos afirmaron que encontraron los cuerpos de sus padres después de haber pasado la tarde fuera de casa.

Sin embargo, la investigación reveló que los hermanos comenzaron a vivir una vida de excesos tras acceder a la fortuna familiar, lo que levantó sospechas y llevó a su condena.

"Lo que sucedió esa noche sigue siendo un enigma para muchas personas, pero lo que es claro es que ambos hermanos han pagado un alto precio por sus actos", comentó un analista del caso.

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