La influenza A H3N2, conocida popularmente como "Supergripa", ha generado preocupación en distintos lugares del mundo como Estados Unidos y Europa debido a su alta capacidad de transmisión y al aumento de hospitalizaciones, principalmente en personas adultas mayores y grupos de riesgo.
Aunque los casos más severos se concentran fuera de Latinoamérica, expertos en salud advierten que su posible llegada es latente, sobre todo por la temporada invernal y la constante movilidad internacional, factores que facilitan la propagación de virus respiratorios.
Las autoridades sanitarias en Honduras recuerdan que la influenza es una enfermedad contagiosa que suele intensificarse durante los meses fríos, con mayor incidencia entre enero y febrero.
Además, el virus puede permanecer activo en superficies por varios días, lo que incrementa el riesgo de contagio en lugares cerrados y con poca ventilación.
¿Cómo se contagia la gripe H3N2?
La influenza H3N2 se propaga de la misma manera que la gripe común. De acuerdo con la Secretaría de Salud, la infección se transmite principalmente a través de:
- Contacto directo, como saludar de mano o dar un beso.
- Por saliva que expulsa una persona enferma al toser, hablar o estornudar.
- A través de superficies contaminadas, incluidas manos, manijas, barandales, juguetes, telas o pañuelos.
- Tocarse ojos, nariz o boca después de haber tenido contacto con el virus.
Especialistas han señalado que este subclado presenta un periodo de incubación más corto, lo que significa que los síntomas pueden aparecer en menos de 24 horas tras la exposición, favoreciendo una propagación más rápida dentro de la comunidad.
Si bien no se ha detectado un aumento considerable en la gravedad de los cuadros, los médicos advierten que incluso infecciones leves pueden representar un riesgo para adultos mayores, mujeres embarazadas, personas con enfermedades crónicas y niños menores de cinco años.
Medidas clave para prevenir la influenza H3N2
Las autoridades de salud destacan que la vacunación estacional continúa siendo la herramienta más eficaz para prevenir complicaciones, ya que ofrece protección contra los virus AH1N1, AH3N2 y tipo B, reduciendo de forma significativa hospitalizaciones y fallecimientos.
Además, recomiendan reforzar hábitos de higiene como el lavado frecuente de manos, el uso de gel antibacterial y cubrirse correctamente al toser o estornudar, así como evitar la automedicación ante la aparición de síntomas.
También se aconseja mantener limpios los espacios de uso común, ventilar adecuadamente los ambientes y permanecer en casa si se presentan signos respiratorios. En casos de fiebre alta persistente, dificultad para respirar o baja oxigenación, se debe buscar atención médica inmediata.
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