Cada 11 de noviembre, el encantador pueblo italiano de Rocca Canterano se llena de color y humor con la tradicional “Festa dei Cornuti”, conocida como la Fiesta o Día del Cornudo. Este evento único atrae la atención de curiosos y turistas, quienes disfrutan de un ambiente lleno de risas, música y desfiles dedicados a quienes alguna vez sufrieron una infidelidad.

La celebración, que congrega a sus 200 habitantes y a visitantes internacionales, tiene profundas raíces históricas. Está dedicada a San Martín de Tours, considerado el patrono de los engañados. Aunque el vínculo entre el santo y los “cornudos” no está del todo claro, el 11 de noviembre se ha convertido en un símbolo del consuelo colectivo para aquellos que han sido traicionados en el amor.

El momento más esperado llega con la elección del “gran cornudo del año”, quien lidera el desfile portando unos enormes cuernos, el emblema universal de la infidelidad. Detrás de él, músicos, juglares y vecinos se unen en una celebración que mezcla ironía, folclore y camaradería.

Más allá del humor, los organizadores destacan el verdadero espíritu de la fiesta: transformar el dolor en risa. En Rocca Canterano, cada carcajada se convierte en una forma de sanar el orgullo y convertir las historias de desamor en anécdotas que fortalecen el espíritu y la comunidad.

Origen y leyenda Día de los Cornudos

El origen de la Festa dei Cornuti o Día del cornudo, está rodeado de misteriosas leyendas y diversas interpretaciones históricas. Una de las versiones más populares remonta sus raíces a los celtas, quienes en noviembre celebraban el fin de año con rituales cargados de desenfreno, donde las infidelidades formaban parte del festejo como símbolo de libertad y renovación.

El símbolo de los cuernos nació en ferias de ganado, donde las astas mostraban orgullo, y luego se asociaron con los engañados en el amor.

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Una festividad italiana que convierte las infidelidades en motivo de risa y unión comunitaria.Foto: Internet

Una tercera versión se remonta al Imperio Romano, donde los soldados recibían cuernos llenos de monedas al regresar victoriosos de la guerra. Sin embargo, al llegar a casa, muchos descubrieron una amarga sorpresa: sus parejas los habían traicionado.

Así, el cuerno pasó de ser un símbolo de triunfo a uno de burla, dando origen a una tradición que con el tiempo se transformó en una fiesta tan curiosa como divertida.