Desde 2013, la franquicia El conjuro cautivó al público con historias basadas en los expedientes de Ed y Lorraine Warren, una pareja de investigadores paranormales que recorría Estados Unidos y Europa atendiendo denuncias de sucesos inexplicables.
Aunque la autenticidad de estos casos genera debate, la saga toma como base experiencias que los Warren consideraban reales y las transforma con elementos ficticios para aumentar el dramatismo.
Casos reales del expediente de Los Warren
Uno de los relatos más conocidos es el de la familia Perron. En 1971, Roger y Carolyn Perron se mudaron a una antigua casa en Rhode Island con sus cinco hijas.
Carolyn recordó haber visto “la cabeza de una anciana ladeada sobre un vestido gris” a los pies de su cama y escuchado la frase: “Sal de aquí. Te echaré con muerte y pesadumbre”.
Los Warren visitaron varias veces la vivienda y vincularon los hechos a una presunta bruja llamada Bathsheba, inspirando la película original de la saga.

La muñeca Annabelle también se convirtió en ícono de la franquicia. A diferencia de la imagen de porcelana que se muestra en pantalla, la verdadera muñeca era una Raggedy Ann.
Según los Warren, la muñeca estuvo involucrada en accidentes y agresiones, incluyendo un siniestro automovilístico de un sacerdote y un apuñalamiento a un policía, relatos que dieron origen a la trilogía centrada en la muñeca.

El “Horror de Amityville” y los sucesos en Enfield, Londres, también forman parte de la saga. Ronald DeFeo Jr. asesinó a seis miembros de su familia en 1974, y al año siguiente los Lutz aseguraron haber vivido fenómenos paranormales que los obligaron a abandonar la casa.
En Enfield, la familia Hodgson reportó movimientos de objetos y ruidos, confirmados por la policía, aunque algunos hijos fueron grabados fingiendo sucesos, lo que alimenta la controversia.

Casos como los de Maurice Theriault y Arne Cheyenne Johnson amplían el universo de la saga, mientras que la próxima entrega, El conjuro: Últimos ritos, se inspira en la familia Smurl de Pennsylvania. Jack Smurl recordó a Lorraine Warren: “Hasta hace un año, creía que esto solo ocurría en películas. No era creyente”.
Tras varios exorcismos y la intervención de un pastor, los fenómenos disminuyeron, aunque Janet Smurl aseguró seguir percibiendo golpes y sombras.