El locutor y presentador hondureño, Erik Chavarría, rompió el silencio sobre la precaria infancia que vivió en Rosario, Comayagua, su lugar de origen.

Según relató Chavarría, su niñez fue "agridulce". Dulce por el lugar en el que creció ya que tenía la libertad de recorrer su pueblo sin miedo alguno.

"Crecer en un pueblo es algo tan lindo, tan bonito. Porque el niño quiere explorar, vivir y allá hay una libertad absoluta, no había maldad, al menos mi infancia fue así. Nadie desconfiaba de nadie y mi área de juego era todo un pueblo", recordó.

Sin embargo, dijo que también fue una infancia agridulce porque vivió en medio de muchas precariedades.

"No puedo presumir que hice viajes o que tuve el juguete que siempre quise. De hecho, nunca tuve una bicicleta, que siempre quise eso. Nunca tuve un balón de fútbol y mis primeros tacos de fútbol los tuve ya grandecito", contó.

A pesar de ello, el conocido como "El Matatán" aseguró que siempre agradeció por lo que tenía y las valoraba mucho, pues al menos tenía sus zapatos y una mochila para ir a la escuela, algo con lo que sus compañeros no contaban.

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