Un equipo de científicos del Instituto Karolinska (Suecia) y la Universidad de Cardiff (Reino Unido) ha identificado una serie de biomarcadores en sangre vinculados a síntomas respiratorios graves en pacientes con covid persistente.

La investigación, liderada por el profesor Marcus Buggert, ofrece nuevas claves para entender y tratar esta compleja afección que continúa afectando a miles de personas tras haber superado la infección por SARS-CoV-2.

Proteínas asociadas a inflamación y daño pulmonar

Las proteínas se encontraron principalmente en pacientes con covid persistente y problemas respiratorios graves”, explicó Buggert, investigador del Departamento de Medicina del Instituto Karolinska en Huddinge.

Según detalló, se trata de un patrón de biomarcadores relacionados con vías inflamatorias, muerte celular y daño pulmonar, similares a los observados en otros trastornos respiratorios severos.

Entre los síntomas más comunes en los pacientes analizados destaca la disnea intensa y prolongada, uno de los signos más debilitantes de la covid prolongada. En contraste, quienes se recuperaron sin secuelas no presentaban estos biomarcadores en su sangre.

Análisis inmunológico sin precedentes

El estudio se basó en el análisis de muestras de 265 personas infectadas durante la primera ola de la pandemia, antes de la disponibilidad de vacunas.

Los investigadores utilizaron técnicas avanzadas para medir miles de proteínas plasmáticas y aplicar citometría de flujo para evaluar las respuestas inmunológicas.

Buggert subrayó que este trabajo “crea una plataforma para desarrollar herramientas de diagnóstico y nuevas terapias dirigidas”, lo cual es crucial ante la falta de tratamientos específicos para la covid persistente.

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Un paso hacia tratamientos más eficaces

El estudio también identificó una firma común de biomarcadores vinculada a redes inflamatorias y procesos apoptóticos. Las proteínas destacadas incluyen CCL3, CD40, IL-18, IRAK1 e IKBKG, relacionadas con el daño pulmonar, la activación plaquetaria y alteraciones en el ciclo celular.

Aunque no se encontraron diferencias inmunológicas significativas en las células T específicas frente al virus, los pacientes sin secuelas mostraron mayores niveles de anticuerpos neutralizantes.

Como siguiente paso, el equipo investigará si estas proteínas se originan en tejido pulmonar o gastrointestinal, con el objetivo de detectar inflamación persistente y posibles daños en órganos afectados por la covid prolongada.

El estudio que busca respuestas sobre la COVID persistente: grupos de riesgo, síntomas o duración

2021: El año en que Honduras luchó contra la agresividad del covid-19 y sus nuevas cepas

El 2021 quedó registrado como uno de los años más críticos para Honduras en su lucha contra el covid-19. En ese contexto, el entonces viceministro de Salud, Fredy Guillén, expresó en una entrevista para Telenoticias Matutino de Televicentro su preocupación por el aumento de fallecimientos asociados al virus.

“Tenemos que cuidar los esfuerzos y tratar de darle respuesta al pueblo hondureño, pero al mismo tiempo, todos estos fallecidos no podemos demostrarlo tan rápido que sean de covid-19”, advirtió Guillén durante la entrevista, mientras el país enfrentaba una de las etapas más difíciles de la pandemia.

En esa misma intervención, el galeno reveló que en 2021 ya se detectaban patrones inusuales en los síntomas que presentaban los pacientes, lo que hacía sospechar la presencia de nuevas cepas del virus.

Estamos viendo en este momento un virus muy agresivo, mucho más que el anterior”, afirmó Guillén, haciendo referencia a que las variantes que circulaban ese año eran más peligrosas que las registradas en 2020.

Según el funcionario, la agresividad del virus aumentó entre mayo y junio de 2020, pero en 2021, las autoridades sanitarias notaron que los síntomas ya no eran uniformes entre los contagiados, lo que encendió las alertas sobre mutaciones del SARS-CoV-2 en el territorio nacional.

Entrevista 2021 (Archivo)