Según Morazán, este exalto cargo del gobierno hondureño se encuentra ahora en Estados Unidos solicitando asilo, mientras trabaja humildemente como lavaplatos para poder subsistir tras la confiscación de todos sus bienes en Honduras.

Morazán mantuvo en secreto el nombre de este exfuncionario, pero insinuó que ocupaba el segundo puesto más importante en el país después del expresidente Juan Orlando Hernández.

Este último, actualmente enfrenta un juicio en la Corte del Distrito Sur de Nueva York por presunta participación en una red de narcotráfico que facilitaba el envío de grandes cantidades de cocaína hacia Estados Unidos.

La historia de este exfuncionario hondureño, ahora dedicado a lavar platos, destaca la caída en desgracia de una figura que alguna vez estuvo en la cúspide del poder. Hernández, quien gobernó durante dos períodos tras una reelección polémica, fue capturado en febrero de 2022 y extraditado a EE. UU. en abril del mismo año.

Las acusaciones contra Hernández, que incluyen su presunta participación en una conspiración de narcotráfico, han sacudido los cimientos políticos de Honduras y han puesto de manifiesto la profundidad de la corrupción en la esfera gubernamental.

Según la Fiscalía estadounidense, Hernández habría utilizado su influencia política para proteger a narcotraficantes a cambio de beneficios económicos y políticos, incluyendo supuestos fondos para su campaña presidencial de 2013 por parte de Joaquín 'El Chapo' Guzmán Loera, líder del cartel de Sinaloa.

La historia de este exfuncionario, cuya identidad aún permanece en la sombra, sirve como un recordatorio contundente de cómo el poder y la corrupción pueden llevar a una caída estrepitosa.

LEA ADEMÁS: Juez Castel confirma que juicio contra JOH termina este miércoles