Amy Louise Leonard, joven influencer de solo 20 años, perdió la vida tras inhalar óxido nitroso de globos, conocido popularmente como “gas de la risa”. Este acto, aunque a menudo visto como inofensivo en redes sociales, terminó en una tragedia que impactó a sus seguidores.
La influencer fue hospitalizada después de experimentar complicaciones graves, pero lamentablemente no sobrevivió. Su muerte pone en alerta sobre los peligros de consumir este tipo de sustancias recreativas sin supervisión.
En su última publicación, Amy advertía a sus seguidores sobre los riesgos que puede causar el óxido nitroso. El mensaje de la joven ahora circula ampliamente, generando reflexión sobre la percepción de estas prácticas en plataformas digitales.
Fallece influencer Amy Louise Leonard tras inhalar “gas de la risa”
Amy Louise Leonard, influencer y maquilladora de 20 años, del Reino Unido, había adoptado el hábito de inhalar óxido nitroso, conocido como “gas de la risa”, para escapar momentáneamente de la depresión. Amigos cercanos relatan que esta práctica se había vuelto parte de su rutina diaria, subestimando los riesgos asociados.
El fatídico día comenzó cuando, durante una inhalación, Amy empezó a asfixiarse repentinamente. Fue trasladada de urgencia al hospital tras desarrollar parálisis que le impedía caminar, dejando en evidencia la gravedad de esta sustancia.
Desde la ambulancia, la joven grabó un video donde advertía: “Es fácil pensar que es solo un subidón pasajero, pero los riesgos son muy reales y a menudo se subestiman”. Sus palabras ahora circulan ampliamente en redes, generando reflexión sobre los peligros de esta práctica.
Durante su hospitalización, Amy compartió mensajes y fotos desde su cama, explicando cómo el óxido nitroso puede privar al cerebro de oxígeno, causar mareos, desmayos y daños nerviosos a largo plazo, además de afectar corazón y pulmones.
A pesar del esfuerzo del personal médico, la influencer falleció el 2 de octubre. Su historia se ha convertido en un recordatorio sobre los peligros de consumir sustancias recreativas sin conocimiento, especialmente cuando se muestran como inofensivas en redes sociales.