En el periodo comprendido entre el 1 de enero y el 30 de junio se ha registrado la muerte violenta de al menos 345 personas, según el monitoreo realizado por Coiproden en los medios de comunicación del país.

De estos casos, el 25% (80 casos) corresponde a menores de 0 a 17 años, mientras que el 75% (260 casos) se encuentra en el rango de edad de 18 a 30 años. En cuanto a la distribución por género, 275 son hombres y 70 son mujeres, informó la organización a HRN.

Tan solo en el mes de junio se contabilizaron 88 muertes violentas (67 hombres y 24 mujeres), siendo los departamentos de Olancho, Francisco Morazán y Cortés los más afectados por estos incidentes.

El Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras señala que la situación de violencia en el país ha empeorado, tornándose más insensible y cruel.

Saña en crímenes a menores

Un trágico ejemplo de esto se encuentra en el departamento de Colón, donde se descubrió el cuerpo decapitado de un menor de 14 años, quien había sido reportado como desaparecido.

En el occidente de Honduras, específicamente en el departamento de Copán, un padre y su hijo fueron asesinados mientras se desplazaban en una motocicleta rumbo a su hogar.

Lamentablemente, el mes de julio ha seguido la misma tendencia, con reportes de muertes violentas. Recientemente, se encontró el cuerpo de una menor de 14 años, oriunda de Cedros, Francisco Morazán, dentro de un costal en el Valle de Amarateca.

Ante el aumento de la violencia durante el mes de junio, la presidenta Castro tomó la decisión de reestructurar la cúpula del sector de Seguridad, sustituyendo a Ramón Sabillón por Gustavo Sánchez, exdirector de la Policía Nacional, como líder de la Secretaría de Seguridad.

Estos datos revelan una situación alarmante y resaltan la necesidad urgente de abordar eficazmente el problema de la violencia en Honduras, especialmente en lo que concierne a la protección de los derechos de los niños, adolescentes y jóvenes.