A pesar de haber sido vistos juntos recientemente, fuentes confiables confirman a People en Español que Jennifer López y Ben Affleck ya no viven bajo el mismo techo.

Si bien ambos se encuentran en Los Ángeles, han optado por residir en propiedades separadas.

Según una fuente cercana a López, Affleck, de 51 años, no ha estado presente en la mansión de la pareja en Los Ángeles, permaneciendo en otra de sus propiedades durante el rodaje de la película "The Accountant 2".

Hasta el momento, ninguno de los dos ha emitido declaraciones públicas sobre su situación matrimonial. Sin embargo, la decisión de vivir separados y la falta de en redes sociales alimentan los rumores de crisis.

Jennifer López y Ben Affleck  en un breve reencuentro

Pese a la distancia, Affleck y López, de 54 años, asistieron juntos a un evento en Los Ángeles el 16 de mayo para apoyar a sus hijos. Ambos fueron vistos luciendo sus anillos de boda, a pesar de no haber llegado juntos al lugar.

Posteriormente, Affleck fue fotografiado recogiendo a su esposa y a su hijastra Emme en su auto para marcharse juntos.

Un amor marcado por la presión mediática

La pareja, que ya había vivido una relación entre el 2002 y el 2004, colaboró recientemente en el documental "The Greatest Love Story Never Told", donde López reflexiona sobre su vida amorosa.

En el documental, Affleck confiesa haberle dicho a JLO:

"Una de las cosas que no quiero es una relación en las redes sociales. Y luego me di cuenta que no era justo pedir eso. Es como que te vas a casar con la capitana de un barco y le dices: 'no me gusta el agua'".

Anteriormente, la pareja había abordado la presión mediática como un factor que afectó negativamente su relación inicial, lo que los llevó a poner fin a su compromiso en el 2004. Affleck declaró que él y su esposa eran "dos personas con diferentes tipos de enfoques tratando de aprender a llegar a un acuerdo".

¿Se avecina el final para "Bennifer"?

Solo el tiempo dirá si Jennifer López y Ben Affleck lograrán superar sus diferencias y salvar su matrimonio. Sin embargo, las señales no son alentadoras.

La decisión de vivir separados y la falta de comunicación pública no auguran un panorama favorable para la pareja.