El creador de contenido, Pedro Luis Joao Figueira, conocido como La Divaza, compartió entre lágrimas uno de los momentos más dolorosos de su vida: la muerte de su madre y la traición de su propio padre.

Mientras su madre luchaba por respirar, La Divaza hizo todo lo posible para trasladarla de Portugal a Venezuela.

La condición médica era grave y el viaje implicaba un gran riesgo: tanque de oxígeno, paramédicos y atención constante.

En medio de esa urgencia, el joven y su familia reunieron 2,300 euros, alrededor de 68 mil lempiras, para cubrir los gastos, pero su padre desapareció con el dinero.

“No les conté esto, pero fue burlísimo”, dijo. “Mi papá agarró la plata, se fue, y lo perdió todo en un casino. No ayudó en nada”.

La Divaza y la despedida con su madre

Su madre, consciente de su salud, se despidió con fuerza. “Me dijo: ‘Hijo, bendición. Mucha salud. Que Dios te acompañe’”. La Divaza recuerda que ese abrazo fue uno de los últimos, marcado por historias, risas y el amor profundo de madre e hijo.

En el aeropuerto, su madre viajó en ambulancia hasta el avión. El trayecto empeoró su infección y llegó descompensada. Al día siguiente, su salud se deterioró aún más. “Le dije: ‘Mami, si te tienes que ir, vete. Gracias por criarnos’. Me lanzó un beso… colgamos… y murió”.

La llamada final con su hermana lo dejó en shock. “Se me paralizó todo. Mi mamá hoy se fue al cielo”.

Desde la distancia, vivió el duelo por videollamada: la noticia, los trámites, la llegada del cuerpo a Maracay, y la tristeza profunda. “Me senté, le hablé al cielo. Le dije que era la mejor madre… y vi una estrella fugaz. Supe que era ella. Me calmé”.

En medio del dolor, La Divaza expresó su angustia: “¿Por qué no fuimos a Europa antes? Todo pudo ser diferente”. Grabarse fue su manera de sanar, de contar una historia que muchos no sabían y que aún lo estremece.