En una decisión que ha generado gran debate, la Real Academia Española (RAE) ha anunciado la eliminación de dos letras del alfabeto español: la "ch" y la "ll".

Esta modificación, que entrará en vigor a partir de [fecha], busca simplificar y unificar el uso del idioma.

¿Por qué se eliminan la "ch" y la "ll"?

Según la RAE, la razón principal de esta decisión es que tanto la "ch" como la "ll" son consideradas dígrafos, es decir, combinaciones de dos letras que representan un solo sonido.

Al no ser letras simples, la Academia ha decidido excluirlas del alfabeto oficial.

Con esta modificación, el alfabeto español ahora cuenta con 27 letras en total.

¿Cuáles son las letras eliminadas y por qué?

Las letras que han sido retiradas del abecedario son la "ch" y la "ll", que históricamente fueron consideradas letras independientes en la gramática española.

Sin embargo, la RAE argumentó que en realidad son dígrafos, es decir, combinaciones de dos letras que representan un solo sonido, por lo que no deben figurar como caracteres individuales dentro del alfabeto.

Esta decisión no es reciente, pues ya en 1994 la RAE había dejado de considerarlas letras independientes en los diccionarios, ubicando las palabras que las contenían en su orden alfabético correspondiente, es decir, la "ch" dentro de la "c" y la "ll" dentro de la "l". Ahora, esta exclusión se ha formalizado definitivamente.

¿Cómo queda el abecedario español?

Con este ajuste, el alfabeto español queda conformado por las siguientes 27 letras:
a, b, c, d, e, f, g, h, i, j, k, l, m, n, ñ, o, p, q, r, s, t, u, v, w, x, y, z.

Razones detrás del cambio

La eliminación de estas letras responde a tres razones principales:
✅ Unificación del idioma: Facilita la enseñanza y comprensión del español a nivel internacional.

✅ Actualización ortográfica: Alinea el abecedario con normas lingüísticas modernas.
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Simplicidad en diccionarios: Agiliza la organización y búsqueda de palabras.

A pesar de la controversia que pueda generar este cambio, la RAE ha dejado claro que esta modificación solo afecta la estructura oficial del alfabeto y no cambia la escritura ni pronunciación de las palabras.