"Lo único que nos queda hacer a nosotros es paralizar y no brindar el servicio hasta que no haya inseguridad", indicó Wilmer Cálix, dirigente del transporte.

Las rutas que estarán detenidas son Miraflores-Cerro Grande, Carrizal-Miraflores, Cerro Grande-Kennedy y Hato de Enmedio.

"Lamentablemente en este mes de junio algunas estructuras criminales nuevas han salido a molestar algunas rutas, más de cinco rutas están siendo afectadas", manifestó Cálix.

Agregó que, para evitar poner en riesgo a conductores, ya algunas unidades están indisponibles.

"Estas nuevas estructuras están solicitando dinero, que ya no tenemos de dónde dar, y es por eso que algunos dueños no tienen dinero y no sacan su unidad a dar el servicio, por el temor a que le vayan a asesinar a uno de sus conductores", indicó Cálix.

Extorsión, peligro latente

En lo que va de 2023, unos 38 empleados del transporte público han muerto asesinados, la mayoría víctimas de la extorsión, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH).

En Honduras, según cifras de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), hay cerca de 900,000 personas víctimas de la extorsión, el 9 % de los hogares.

El 6 de diciembre, autoridades de la Secretaría de Seguridad echaron a andar un plan antiextorsión y un estado de excepción, sin embargo, la extorsión continúa latente y mantiene en zozobra a varios rubros.

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