El pasaporte de Estados Unidos ha perdido por primera vez en dos décadas su lugar entre los diez más poderosos del mundo. El Índice de Pasaportes Henley, reconocido globalmente, mide la libertad de viaje que ofrece cada documento. Expertos señalan que esta caída se debe a cambios en políticas migratorias y al fortalecimiento de otros pasaportes.
Viajar sin visa es el principal indicador de un pasaporte “poderoso”. Henley & Partners, firma con sede en Londres especializada en ciudadanía y residencia, evalúa el acceso que un documento permite a países de todo el mundo. Este ranking se ha vuelto esencial para quienes buscan movilidad internacional sin restricciones.

Con acceso sin visa a 180 de los 227 países y territorios evaluados, Estados Unidos comparte la posición 12 con Malasia. El ascenso de otros pasaportes ha modificado la clasificación histórica. La situación refleja cómo las regulaciones y oportunidades de viaje global cambian de manera constante.
El pasaporte estadounidense pierde fuerza mientras Singapur lidera el ranking global
El descenso del pasaporte estadounidense en el ranking mundial responde a cambios recientes en políticas migratorias. Países como Brasil eliminaron el acceso sin visa para ciudadanos de EE. UU., mientras China amplió exenciones de visado solo para europeos.
Además, naciones como Papúa Nueva Guinea, Myanmar, Somalia y Vietnam ajustaron sus requisitos de ingreso, limitando la movilidad de los estadounidenses.
Christian H. Kaelin, presidente de Henley & Partners, explicó que esta pérdida de fuerza no es un simple cambio de posición. Según Kaelin, refleja una transformación profunda en la movilidad global y en la influencia del soft power estadounidense.

La situación marca un punto de inflexión en cómo los pasaportes determinan oportunidades internacionales.
Actualmente, Singapur lidera el ranking con acceso a 193 destinos sin visa, seguido por Corea del Sur (190) y Japón (189). Varios países europeos, como Alemania, Italia, España y Suiza, también mantienen posiciones destacadas. China ha experimentado un ascenso notable, pasando del puesto 94 en 2015 al 64 en 2025, gracias a nuevos acuerdos de exención de visado en varias regiones del mundo.