Considerado uno de los principales candidatos a suceder al papa Francisco, Pietro Parolin se destaca por su extensa trayectoria en la diplomacia vaticana.
Actualmente ocupa el cargo de Secretario de Estado del Vaticano y es una figura clave en las decisiones políticas de la Santa Sede. Su cercanía con Francisco y su perfil conciliador lo posicionan como favorito.
Temas Relacionados
Originario de Schiavon, Italia, nació el 17 de enero de 1955 y fue ordenado sacerdote en 1980.
Desde sus inicios, mostró interés en los asuntos internacionales de la Iglesia. En 1986 comenzó su labor diplomática en el Vaticano, marcando el inicio de una carrera con gran proyección global.
Parolin trabajó en diversas nunciaturas apostólicas, incluyendo Nigeria, México y Venezuela.
Su experiencia en América Latina ha sido relevante, ya que le permitió comprender mejor los desafíos pastorales y sociales de la región. Esto reforzó su imagen de líder con visión internacional.

Fue el papa Francisco quien, en 2013, lo designó como Secretario de Estado, uno de los cargos más influyentes del Vaticano.
Desde entonces, Parolin ha gestionado relaciones con gobiernos y líderes religiosos de todo el mundo. Su estilo ha sido descrito como diplomático, prudente y moderno.
A lo largo de su gestión, se ha consolidado como un defensor del diálogo entre la Iglesia y el mundo contemporáneo.
Busca preservar las tradiciones católicas sin dejar de lado la apertura al cambio. Este enfoque lo convierte en un candidato sólido para liderar la Iglesia en el futuro.
Pietro Parolin: Candidato fuerte para suceder al papa Francisco en el cónclave
Este miércoles 7 de mayo se celebrará el cónclave, en el que Pietro Parolin es uno de los cardenales con derecho a voto.
Su estrecha relación con el papa Francisco lo perfila como el candidato ideal para dar continuidad a su legado. La Iglesia que busca mantener la misma dirección lo tiene como su principal referente.
En temas doctrinales, Parolin conserva una postura tradicional respecto al matrimonio igualitario y la eutanasia. Sin embargo, ha manifestado una posible apertura al debate sobre el celibato obligatorio.

También ha expresado disposición a discutir la participación de mujeres en roles clericales. Su dominio del francés, inglés y español le ha permitido tejer lazos con comunidades internacionales.
Su paso por América Latina reforzó esa conexión, especialmente tras su nombramiento como nuncio en Venezuela en 2009, donde actuó como mediador en un escenario complejo entre el gobierno y la Iglesia.