Marina Fisher, una joven mexicoamericana nacida en Estados Unidos, vivió un momento incómodo y racista mientras visitaba una tienda.

Según relató Fisher, Betty Jones la confronto y reprendió por hablar en español con la persona que la acompañaba.

“Estamos en América. Hablamos inglés”, le dijo Jones, sosteniendo su teléfono como si estuviera lista para llamar al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).

Marina decidió grabar parte del incidente para documentar la situación. En el video se muestra tranquila, respondiendo con firmeza: “Llame a quien guste. Soy mexicoamericana, nacida aquí”.

La joven compartió este video en sus redes sociales y recibió apoyo inmediato. “Lo que viví en Goodwill fue claramente una experiencia racista. Mi corazón está conmovido por todos los mensajes sinceros que he recibido”, escribió.

Además del regaño por el idioma, Betty Jones insultó a Marina por su apariencia física, llamándola “gorda".

La respuesta de Marina fue con humor y dignidad: “Gracias. Se llaman curvas”. A pesar de la agresión verbal, la joven mantuvo la calma, lo que fue destacable para muchos usuarios en redes sociales que valoraron su valentía y madurez.

En una entrevista con Univisión, Marina explicó que la mujer que la atacó es una maestra retirada. “Me da más tristeza por nuestros hijos, porque ya tienen miedo de hablar su idioma. Ya tienen miedo de hablar español en la escuela”, lamentó.

Hasta ahora no hay reportes de acciones legales por el incidente, pero Fisher destacó que espera que su caso ayude a crear conciencia sobre el derecho a hablar en su lengua materna sin discriminación.

El video se volvió viral en distintas redes sociales y despertó la indignación de numerosos usuarios, quienes condenaron el episodio de racismo en los comentarios.