Marcela Herrera, una joven hispana de 22 años, fue atropellada junto a su prometido, Mauricio Leiva, la noche del 19 de julio en el vecindario de Pilsen, en Chicago.

La pareja cruzaba una avenida cuando un vehículo a alta velocidad los embistió. El conductor huyó de la escena, truncando una historia de amor que estaba por culminar en matrimonio.

Tragedia en Chicago: joven hispana muere tras ser arrollada en Pilsen

Marcela, quien trabajaba en una guardería y ofrecía servicios de manicura a domicilio, soñaba con su boda, prevista para el 22 de agosto. Su familia la describe como una joven alegre, cariñosa y determinada.

Tras el impacto, fue trasladada de urgencia al hospital Stroller, pero falleció minutos antes de la medianoche.

Fue enterrada en Chicago con el anillo de compromiso que Mauricio planeaba colocar en su dedo ese día especial.

“Yo toda la vida le voy a llorar”, dijo su madre entre lágrimas, mientras Mauricio confesó: “Queríamos pasar la vida juntos. No voy a romper esa promesa. Ojalá me visite en sueños”.

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Prometida muere atropellada en Chicago; familia clama justicia

La tragedia ocurrió en una esquina sin semáforo. La familia colabora con las autoridades y un detective ha logrado identificar una camioneta como posible vehículo involucrado, pero aún no hay detenidos.

“Ese conductor no atropelló a un animal, atropelló a un ser humano”, reclamó un familiar. La comunidad exige justicia y mejoras en la infraestructura vial para evitar más tragedias.

La familia mantiene vivo el recuerdo de Marcela, quien representaba el sueño de muchos niños inmigrantes que crecen en Estados Unidos con aspiraciones propias y heredadas. “Ella iba a cumplir mi sueño de ser maestra”, expresó su madre.

Mientras las investigaciones continúan, el altar quedó sustituido por un altar improvisado en la calle, con velas, flores y globos, símbolo de una historia de amor que terminó antes de empezar.

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