Por lo que el uso de desinfectantes y cloros ayudan no solo en época de pandemia, sino en la normalidad la limpieza del hogar; sin embargo, en el proceso no puedes estar exento de ocurrir accidentes.

Tras varios estudios se comprobó que el cloro es un producto que ahora es indispensable en la limpieza y desinfección del hogar al diluirlo con agua.

Sin embargo, como con todo producto químico, hay algunas indicaciones clave, como no mezclar con amoniaco, dejar ventilar para no aspirar los vapores... y evitar la ingesta o contacto con los ojos.

¿Qué hacer?

En caso de ocurrir, lo primero es no entrar en pánico y actuar rápidamente para evitar el daño.

Especialistas de Mayo Clinic, aconsejan que si una sustancia como el cloro cae en tu ojo, el primer paso es lavarlo con agua fría por al menos 15 minutos. Puedes hacerlo en la regadera o bajo la llave del agua, girando la cabeza de lado.

En caso de usar lentes de contacto, es importante retiralo después de enjuague. Lo siguiente es asistir al oftalmólogo de emergencia, de preferencia usando lentes de sol para proteger tus ojos. En la consulta deberás explicar al médico qué cayó en tu ojo y cuánto tiempo estuvo en contacto con él.

Se debe de tener presente que el cloro se encuentra dentro del grupo de químicos ácidos, con un pH bajo, por lo tanto son menos severas las consecuencias, al no penetrar la superficie ocular, aunque pueden causar daño en la córnea, de ahí la importancia de acudir por atención médica inmediata.

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