Ana Alvarado decidió romper el silencio y aclarar su situación sobre la maternidad, luego de recibir críticas y comentarios negativos en redes sociales.
En un video compartido, la influencer explicó que desde sus 18 años ha llevado una vida sexual activa y responsable, usando métodos de protección como condón, método del ritmo y pastillas anticonceptivas por un breve periodo.
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Su objetivo siempre fue cuidar su salud sin forzarse a nada que no se sintiera natural. Compartió que durante su relación con su esposo, Jorge Cordero, han hablado abiertamente sobre la posibilidad de tener hijos en el futuro.
Ana destacó que su plan personal era convertirse en madre entre los 33 y 36 años, una decisión con la que ambos estaban de acuerdo. Además, aclaró que Jorge ya tiene una hija, por lo que no existe presión alguna de su parte para que tenga hijos inmediatamente.
A lo largo de su vida, Ana se ha realizado exámenes médicos de manera constante y nunca se le ha diagnosticado un problema de fertilidad. Sin embargo, dejó en claro que no ha perseguido tratamientos de fertilidad porque, para ella, tener hijos no ha sido un sueño que defina su vida.
La influencer expresó que respeta y entiende a las mujeres cuyo deseo maternal es prioritario, pero también cree en vivir una vida plena según las metas personales de cada una.
Ana Alvarado habla de la maternidad como elección personal
“Si no los tengo, estoy bien”, afirmó Ana, reiterando que su decisión es parte de cómo Dios hizo su cuerpo y no representa un defecto ni un error.
La influencer hizo un llamado a la sociedad a respetar las decisiones de que las mujeres sean quienes elijan postergar la maternidad o no tener hijos.
Subrayó que los ataques y comentarios negativos hacia su persona no afectan su felicidad ni su tranquilidad, pues ha aprendido a priorizar su vida y bienestar.
Ana concluyó su mensaje recordando que cada mujer debe vivir según lo que la haga feliz, sin dejarse influenciar por la presión social o las críticas externas.
Su testimonio invita a reflexionar sobre la libertad de elegir cuándo o si ser madre o no, y cómo la maternidad no define la plenitud de una mujer.
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