Publicado 25 Ene. 2025
Por: Fernanda Rodríguez
Miles de hondureños se congregan en la Basílica de Suyapa para celebrar a su Patrona, con una gran alborada y cobertura especial de Televicentro.
Publicado 25 Ene. 2025
Por: Fernanda Rodríguez
Honduras se encuentra en plena celebración religiosa con el inicio de la Novena en honor a la Virgen de Suyapa, cuya festividad principal se conmemora el 3 de febrero, recordando los 278 años de su hallazgo.
La devoción se siente en las calles, con más de 500 personas acompañando el traslado de la imagen desde el centro de la capital hasta la Basílica de Suyapa.
Esta celebración es una antesala a la gran Alborada que se llevará a cabo el próximo domingo 2 de febrero.
Corporación Televicentro lidera una amplia cobertura, preparando un especial con artistas nacionales que rendirán homenaje a la Patrona de Honduras.
Desde la Basílica de Suyapa se reporta el inicio del primer día de la Novena. El ambiente está lleno de fervor, con numerosos feligreses acercándose a la casa de la Virgen.
Durante la eucaristía inaugural, el mensaje central fue la invitación a evangelizar, siguiendo el ejemplo de la Virgen María, quien llevó a Jesús en su vientre a visitar a su prima Isabel.
Se recordó también el llamado de Jesús en Marcos 16, 15: "Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura".
Televicentro invita a revivir la fe y renovar la devoción a la Virgen de Suyapa a través de una gran transmisión que iniciará a las 10 p. m.
La cobertura se extenderá a través de Canal 5, TSi, Mega Telecadena, Emisoras Unidas, HRN, Radio Satélite, el portal web de Televicentro y sus redes sociales.
La Virgen de Suyapa, también conocida como "La Morenita", es la Patrona de Honduras. Su historia se remonta a 1747, cuando fue hallada por Alejandro Colindres y Lorenzo Martínez, dos campesinos, cerca de Tegucigalpa.
La imagen, una pequeña talla de madera de cedro de apenas 6.5 centímetros de alto, se convirtió rápidamente en objeto de veneración.
La devoción a la Virgen de Suyapa se ha mantenido viva por más de dos siglos, convirtiéndose en un símbolo de identidad y unidad para el pueblo hondureño.
Su festividad es una de las celebraciones religiosas más importantes del país, atrayendo a miles de peregrinos cada año.