A solo dos días de que termine el plazo de 90 días impuesto por Donald Trump para que los socios comerciales de Estados Unidos concreten acuerdos arancelarios, la incertidumbre sigue predominando en el panorama internacional. El tiempo apremia y las negociaciones continúan sin resolverse completamente.

Desde que el presidente estadounidense reactivó su estrategia proteccionista el 9 de abril, solo se han firmado acuerdos iniciales con Vietnam y el Reino Unido, junto a una pausa temporal en la disputa con China. Estas pocas concreciones reflejan la complejidad de alcanzar consensos en el contexto actual.

El enfoque ahora está puesto en el 1 de agosto, fecha clave en la que entrarán en vigor nuevos aranceles para los países que no logren cerrar tratados bilaterales.

Donald Trump
Países buscan evitar sanciones antes del plazo de agosto.Foto: cortesía

Las tarifas prometen variar entre un 10% y hasta un 70%, dependiendo del mercado y producto, aunque aún no se han divulgado todos los detalles oficiales

La presión de Estados Unidos con aranceles aumenta sobre Europa y Asia

La Unión Europea enfrenta una creciente presión por parte de Estados Unidos, ya que Washington mantiene firme el paquete de aranceles que afectan productos agrícolas con un impuesto del 17%. Además, continúan vigentes los gravámenes sobre acero, aluminio y automóviles, generando tensiones comerciales.

Bruselas intenta negociar un “principio de acuerdo” para ganar tiempo, aunque varias delegaciones europeas han expresado su descontento con las condiciones propuestas. La situación refleja la dificultad de llegar a un consenso favorable para todos los miembros de la UE.

En Asia, países como Japón, Tailandia y Corea del Sur intensifican sus esfuerzos diplomáticos para evitar sanciones severas. Trump ha advertido que Japón podría enfrentar aranceles de hasta un 35% si no acepta sus demandas, lo que acelera las negociaciones en la región.

La Unión Europea y Asia enfrentan retos por nuevos aranceles
Acuerdos arancelarios serán decisivos para el comercio mundial.Foto: cortesía

El caso de Vietnam se presenta como un ejemplo a seguir, ya que el país evitó aranceles más altos al aceptar una tarifa general del 20% para sus exportaciones. Esta estrategia podría motivar a otras naciones a cerrar acuerdos rápidos, aunque posiblemente con términos menos favorables.

Por último, la administración Trump ha dejado claro que no busca negociaciones tradicionales, sino imponer nuevas condiciones comerciales. Según Scott Bessent, secretario del Tesoro, regresar al sistema anterior dependerá únicamente de la voluntad de los socios, lo que indica un cambio radical en la dinámica global del comercio.

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