Kriss Sagastume es un joven artista hondureño de 24 años, quien gana reconocimiento por su talento, su estilo versátil y su determinación.
Aunque hoy vive de sus pinturas, confiesa que su relación con el arte no fue amor a primera vista y detrás de ellos hay una historia que pocos conocen
De casi abandonar Bellas Artes a vivir de su talento
Su camino comenzó en el Instituto de Bellas Artes, aunque admite que al principio no sentía amor por la pintura.
“Cuando entré tenía 16 años. Era rebelde, no me gustaba dibujar ni pintar. En segundo año estuve a punto de salirme, pero mi mamá me hizo quedarme”, recuerda
Esa pasión llegó tiempo después, cuando empezó a pintar por su cuenta. “Estuve en casa sin hacer mucho y comencé a pintar. Vendí una obra y me sorprendió haberla hecho yo. Ahí dije: ‘Por aquí voy bien’. Desde entonces empecé a tomarlo en serio”.
Hoy, Kriss se define como un artista entregado y amante del arte. “Bueno, yo creo que soy alguien apasionado por el arte, alguien que vive, respira y siente por el arte. He trabajado bastante, soy perfeccionista y bastante competitivo. No me gusta quedar en segundo lugar en concursos ni en nada parecido. Y bueno, me considero alguien que pronto será uno de los mejores artistas del país, parte importante de la historia del arte hondureño”, refirió.

Su camino no ha sido fácil, pues antes de dedicarse por completo al arte, trabajó un mes en un restaurante de comida rápida, dato que pocos conocen, mientras estudiaba marketing.
“Iba a la universidad de 7 a 12 y de 1 a 6 trabajaba. Era agotador, pero me ayudó a valorar más lo que tengo ahora. Luego vino la pandemia y retomé la pintura”.
Reconocimiento en el Bienal de Arte de Honduras
En 2022 participó en la Bienal de Arte de Honduras con una obra de dos metros. “No gané, pero al público le gustó. A partir de ahí el IHAH me contactó y empecé a participar en eventos. En 2023 estuve en una exposición internacional por el 85 aniversario del IHAH, y era el único joven entre artistas de varios países”.

Sobre su técnica, Kriss explica: “Uso todo tipo de materiales, pero mi amor está en el óleo. No me gusta encasillarme, me gusta variar entre mitología, historia, religión o temas sociales. Antes pintaba al estilo barroco, con mucho contraste, y hacía obras sobre mareros y barrios, pero no vendí ninguna”.
Su proceso creativo también tiene su propio ritmo. “Leo mucho, apunto ideas, pero de cien solo una me convence. Trabajo por temas o impulsos. A veces me inspiro en algo que leo o sueño, y lo plasmo. No pinto todos los días. Hay días que solo leo o dibujo. Pero cuando llega la musa, puedo pintar desde las 7:00 de la noche hasta las 8:00 de la mañana Soy nocturno”, detalló.

Aunque también fue modelo de pasarela, aclara que ese capítulo quedó atrás. “Estuve en campañas, pero lo dejé porque quiero que me conozcan como artista, no como modelo”.
Actualmente, prepara 15 obras para marzo de 2026 y planea competir en un certamen nacional. “Quiero ganar los tres premios”, dice entre risas.
Y para quienes comienzan en el arte, deja un mensaje sincero: “Sean constantes, pinten todos los días aunque no quieran, y no se pierdan del camino. Tengan claro a dónde quieren llegar y qué quieren hacer para lograrlo”, recomendó.
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