Un video viral continua encendiendo las alarmas al mostrar a un presunto hondureño participando en un ataque armado del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en El Olivo, Tuzantla, México. La grabación evidencia la creciente presencia de extranjeros en enfrentamientos entre cárteles mexicanos.

En la filmación, el hombre grita “Honduras, Honduras 504”, sugiriendo su origen centroamericano, mientras se observa junto a otros sicarios fuertemente armados. Su comportamiento y gritos revelan una lealtad marcada hacia “El Mencho”, líder del CJNG.

Testigos reportaron que negocios y casas cerraron de inmediato ante la aparición de los criminales. La escena muestra cómo la violencia del narcotráfico altera la vida diaria en comunidades vulnerables.

Expertos advierten sobre el posible reclutamiento de jóvenes centroamericanos por grupos mexicanos, quienes buscan aprovechar la precariedad social de la región. Este fenómeno refleja un patrón creciente de movilidad de criminales entre países.

La intervención del presunto hondureño podría señalar una nueva estrategia de expansión del CJNG fuera de México. Analistas sugieren que esto marca un capítulo preocupante en la presencia internacional del crimen organizado.

Cártel Jalisco Nueva Generación: expansión, violencia y alcance internacional

El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se ha consolidado como uno de los grupos criminales más temidos de México. Surgido tras separarse del Cártel de Sinaloa, rápidamente extendió su influencia a varios estados. Su poder y notoriedad lo posicionan como un actor clave en la delincuencia organizada.

Bajo el liderazgo de Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, el CJNG mantiene una estructura altamente armada y organizada. Sus operaciones combinan violencia extrema con estrategias militares coordinadas. Esta forma de actuar lo diferencia de otros grupos criminales en la región.

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La influencia del CJNG no se limita a México; su expansión alarma a autoridades internacionales. El aumento de sus operaciones intensifica los enfrentamientos con cárteles rivales. Esto evidencia un patrón creciente de criminalidad transnacional que preocupa a los expertos.

Su rivalidad con organizaciones como la Familia Michoacana ha generado una escalada de violencia en zonas estratégicas del país. Los enfrentamientos reflejan la complejidad del crimen organizado. Contener su avance representa un desafío constante para el Estado y la seguridad regional.