Los ataques recientes contra Irán han generado gran preocupación en los mercados energéticos, impulsando el precio del petróleo casi un 10 %, los inversores temen que el conflicto afecte el transporte por el estrecho de Ormuz, una ruta clave para el suministro mundial.
El estrecho de Ormuz conecta el golfo Pérsico con el golfo de Omán y mide apenas 34 kilómetros en su punto más angosto, es la única vía para que el petróleo del golfo Pérsico llegue al mercado global, controlada parcialmente por Irán, lo que aumenta su relevancia estratégica.
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Cada día, alrededor de 20 millones de barriles de petróleo, cerca del 20 % de la producción mundial, atraviesan esta vía crucial, tras los recientes ataques, el crudo Brent superó los 80 dólares por barril, alcanzando su nivel más alto desde enero de 2024.
¿Por qué el estrecho de Ormuz es clave para el comercio mundial del petróleo?
El estrecho de Ormuz es uno de los pasos marítimos más estratégicos del mundo, ya que por él circula cerca del 20 % del petróleo y gas global. Comunica el golfo Pérsico con el resto del mundo, y su control parcial por parte de Irán lo vuelve un punto sensible.
Ante los recientes ataques de Estados Unidos, el Parlamento iraní pidió cerrar esta vía clave.
Ubicado entre Irán y Omán, el estrecho conecta el golfo de Omán con el golfo Pérsico y tiene una anchura de entre 34 y 90 kilómetros. Su ubicación lo convierte en un paso vital para la economía internacional, especialmente en momentos de tensión.
Estados Unidos y la Unión Europea ya han advertido sobre las consecuencias de un bloqueo. A diario, cruzan por este corredor unos 13 buques cisterna que transportan más de 15 millones de barriles de petróleo.
Su cierre pondría en riesgo el suministro energético global y podría disparar los precios. El estrecho de Ormuz es, hoy más que nunca, un foco de tensión geopolítica.
El impacto global que tendría el cierre del estrecho de Ormuz
El cierre del estrecho de Ormuz elevaría drásticamente la tensión en Oriente Medio, pero las preocupaciones actuales se centran más en su impacto económico.
Cualquier acción militar en esa zona podría hacer que el precio del petróleo se dispare, generando consecuencias globales. Una subida de los precios del crudo suele traducirse en una mayor inflación.
Un alza en los costos del petróleo provocaría un efecto dominó en la economía mundial, afectando bienes y servicios. Esta situación podría replicar lo ocurrido en 2022 tras la invasión rusa a Ucrania, cuando los mercados energéticos entraron en crisis.
El petróleo es un factor clave que influye directamente en el costo de vida global. China, India, Corea del Sur y Japón figuran entre los más vulnerables ante un cierre de este paso.
Estas naciones dependen del crudo que transita por Ormuz, proveniente de países como Irán, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos e Irak, un bloqueo impactaría de forma inmediata en sus economías y en la estabilidad global.