Diciembre no solo es una temporada de unión familiar, sino también un impulso vital para la economía hondureña.
En este mes, miles de trabajadores reciben su aguinaldo, un ingreso que les permite cumplir compromisos financieros, prepararse para las festividades y mover el consumo interno.
El aguinaldo está contemplado en la Ley del Séptimo Día y Décimo Tercer Mes, como una compensación al esfuerzo de los empleados durante todo el año.
¿Cuándo debe pagarse el aguinaldo en Honduras?
Este beneficio debe pagarse en diciembre, aunque la legislación permite que patronos y trabajadores acuerden otra fecha de pago.
El artículo 11 de esa ley establece que “el décimo tercer mes en concepto de aguinaldo se pagará en el mes de diciembre de cada año; sin embargo, las partes podrán pactar dicha entrega en diferente fecha”.
En Honduras, los empleados públicos suelen ser los primeros en recibirlo, por lo general a inicios del mes.
Desde 2007, el Congreso Nacional dispuso que este beneficio debe entregarse antes del 20 de diciembre, garantizando así que las familias cuenten con su pago antes de la Navidad.
¿Cómo calcular tu aguinaldo completo o proporcional?
El artículo 12 de la ley detalla que el aguinaldo se calcula con base en el promedio de los salarios ordinarios percibidos durante el año, sin incluir bonos, comisiones ni pagos por horas extras.
- Aguinaldo completo: corresponde al salario promedio mensual del trabajador si ha laborado los 12 meses del año (de enero a diciembre).
- Aguinaldo proporcional: aplica para quienes no han cumplido el año laboral o se retiraron antes del 31 de diciembre.
Fórmula del cálculo proporcional: Toma tu salario ordinario promedio mensual. Multiplícalo por los días trabajados durante el año. Divide el resultado entre 365 días.
Ejemplo práctico:Si un empleado gana L 500 diarios y trabajó 270 días, el cálculo sería:
- Aguinaldo completo: L 500 x 30 = L 15,000
- Aguinaldo proporcional: (L 15,000 x 270) / 365 = L 11,095.89
Un derecho que debe respetarse
El incumplimiento en el pago del aguinaldo puede generar multas y sanciones para las empresas, ya que se trata de un derecho laboral obligatorio.
Además, su impacto trasciende lo individual: el pago del décimo tercer mes estimula el comercio, el turismo y la producción local, convirtiéndose en un componente esencial de la economía hondureña durante la temporada navideña.

